Rodrigo,
se escrevi a partir de seu texto, foi porque algo nele me impeliu a tanto -
escrever sobre um texto é sempre violentá-lo de algum modo, e a quem escreve, essa violência, essa profanação, é um árduo desafio - como escrever, mesmo sobre o que amamos, sem tornar já aquilo mesmo que amamos outra coisa? sem destruir o objeto amado? como escrever sobre um texto sem fechá-lo, sem interpretá-lo - sem aniquilá-lo com a interpretação? um texto sobre o qual escrevemos - estou com susan sontag - não deve ser interpretado. reli o texto de sontag que se chama "contra a interpretação" ontem, estou com ele fresco na cabeça. é um texto que pensa a tarefa da crítica, onde sontag discute o papel reacionário que a crítica pode assumir ao se colocar como "tradutora" de uma determinada obra, de um determinado filme, de um determinado texto. segundo sontag, apenas quando o homem se afastou dos mitos e passou a experienciar o mundo segundo a lógica cientificista é que ele passou a desaprender a potência da arte, aquilo que ela realiza, e passou a precisar traduzir, explicar, aquilo que ela diz, aquilo que ela significa. para sontag, esse homem antigo sabia que a arte não diz, não significa, mas sim, realiza. então sontag aponta algumas saídas para a crítica que se quer não reacionária, e dentre elas, está a sugestão de deter-se sobre aspectos formais, descrever mais a obra, procurando com isso ampliar os nossos sentidos - ouvir mais, enxergar mais, sentir mais. nada de explicar o que aquilo quer dizer, sobre o que aquilo "realmente" trata, a "verdade" daquilo, e, sim, tornar aquilo mais visível, mais audível, mais palpável. declarar apenas um juízo de gosto - gosto e não gosto - me parece pouco perto do que podemos nos propor diante de um texto - mas isto - ultrapassar o juízo de gosto - nos solicita, nos obriga a pensar, nos faz ler mais de uma vez o texto e nos desafia a tentar aprender, tatear, uma fala a partir daquele texto. enfim, digo tudo isso, porque tua resposta me pareceu trazer uma justificativa, e você não precisa justificar os porquês. o texto está aí, ele é uma trama, um tecido, tem vida própria para além do que você planejou, e é maravilhoso que seja um fragmento, um esboço, algo inacabado, porque conserva, com mais evidências, os rastros do trajeto; porque conserva fissuras por onde você mesmo e também nós, leitores, podemos penetrar. por último, gostaria de dizer que este foi o primeiro texto que comentei aqui nesse fórum, porque deve fazer uma semana que me cadastrei aqui. eu o escolhi, ou ele me escolheu, dentre vários que li. um critério molecular, por assim dizer, me levou a ele, para que vc entenda o que quero dizer com critério molecular, permita-me publicar aqui um trecho do que diz Gilles Deleuze também ainda válido para as ocasiões em que temos que exercitar a reflexão crítica:
"Hay sensibilidades sustanciales, existen los que tienen una sensibilidad sustancial. Yo sueño con hacer alguna cosa sobre la sensibilidad filosófica. Es así que encontrarán los autores que cada uno amará. No estoy diciéndoles que sean spinozistas, porque me importa un bledo. Lo que no importa un bledo es que ustedes encuentren lo que les hace falta, que cada uno de ustedes encuentre los autores que les hacen falta, es decir, los autores que tienen algo para decirles. Lo que a mí me atormenta en filosofía es esa elección. Es igual que cuando se habla de una sensibilidad artística, por ejemplo de una sensibilidad musical. La sensibilidad musical no es indiferenciada, no consiste solamente en decir: Amo la música. Quiere decir también que extrañamente, en cosas que yo mismo no comprendo, tengo algo que ver particularmente con tal: “ah, para mí es Mozart. Mozart me dice algo”. Es curioso eso. En filosofía es lo mismo. Hay una sensibilidad filosófica. Allí también es una cuestión de moléculas, si aplicamos todo lo que acabamos de decir hace un momento. Nos encontramos con que las moléculas de alguien serán atraídas, serán ya, en cierta forma, cartesianas. Hay cartesianos. Bueno, comprendo, un cartesiano es alguien que leyó bien a Descartes y que escribe libros sobre Descartes. Pero eso no es muy interesante. Al menos hay cartesianos a un nivel mejor. Consideran que Descartes les dice algo al oído a ellos, algo fundamental para la vida, incluida la vida más moderna. Bueno, a mí, tomo mi ejemplo, realmente Descartes no me dice nada, nada, nada, nada…Se me va de las manos, me embola. Sin embargo, no voy a decir que es un pobre tipo, es evidente que tiene genio. Bueno, de acuerdo, tiene genio, pero yo, por mi cuenta, no tengo nada que hacer con él. Jamás me dijo nada. Bueno ¿y Hegel?…¿Cómo se explican estas cuestiones de sensibilidad, qué es eso, qué quieren decir estas relaciones moleculares?
Yo abogo por relaciones moleculares con los autores que leen. Encuentren lo que les gusta, no pasen jamás un segundo criticando algo o a alguien. Nunca, nunca, nunca critiquen. Y si los critican a ustedes digan: “De acuerdo” y sigan, no hay nada que hacer. Encuentren sus moléculas. Si no las encuentran, ni siquiera pueden leer. Leer es eso, es encontrar vuestras propias moléculas. Están en los libros. Vuestras moléculas cerebrales están en los libros. Yo creo que nada es más triste en los jóvenes en principio dotados que envejecer sin haber encontrado los libros que verdaderamente hubieran amado. Y generalmente no encontrar los libros que uno ama, o no amar finalmente ninguno, da un temperamento…y de golpe uno se hace el sabio sobre todos los libros. Es una cosa rara. Nos volvemos amargos. Ustedes conocen la especie de amargura de ese intelectual que se venga contra los autores por no haber sabido encontrar a aquellos que amaba…el aire de superioridad que tiene a fuerza de ser tonto. Todo eso es muy enojoso. Es preciso que, en última instancia, sólo tengan relación con lo que aman."
enfim.
dito isto, espero mesmo que de algum estímulo para retornar ao texto ou para dar-lhe ponto final, os comentários aqui tenham valido...
c.